El FC Barcelona bajo la lupa de la UEFA: riesgo de sanción por reincidencia financiera
El FC Barcelona vuelve a situarse en el foco de la UEFA por supuestos incumplimientos reiterados en materia financiera. Según ha revelado el prestigioso medio británico The Times, el club azulgrana podría enfrentarse a una sanción severa en la próxima edición de la UEFA Champions League, como consecuencia de no respetar por segundo año consecutivo las regulaciones del Fair Play Financiero (FFP).
La posible sanción no se limitaría al ámbito económico. De hecho, fuentes cercanas a la investigación indican que la UEFA está considerando la restricción en la inscripción de jugadores, lo que obligaría al Barça a competir con una plantilla más corta. Otra alternativa que se baraja es la deducción de puntos en la fase de grupos, un escenario que comprometería seriamente las aspiraciones deportivas del equipo en la máxima competición europea.
Reincidencia y antecedentes: un camino lleno de advertencias
Esta no es la primera vez que el FC Barcelona se enfrenta a consecuencias por su gestión financiera. En 2023, la UEFA ya sancionó al club con una multa de 500.000 euros por declarar incorrectamente sus beneficios en el ejercicio 2022. Aquella sanción fue impugnada por el Barça ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), pero el recurso fue rechazado.
En su resolución, el TAS ya advirtió que, en caso de repetirse una infracción similar, el club se expondría a medidas disciplinarias mucho más duras. En ese sentido, el Comité de Control Financiero de Clubes (CFCB) de la UEFA dejó constancia expresa de que cualquier reincidencia sería tratada con mayor severidad, teniendo en cuenta el precedente y el historial económico del Barça.
¿Qué provocó el nuevo conflicto con la UEFA? Las palancas económicas, en el centro del debate
El origen del conflicto financiero se remonta a las estrategias adoptadas por la junta directiva presidida por Joan Laporta para aliviar la delicada situación económica del club. Durante los últimos años, el FC Barcelona ha recurrido a la activación de múltiples «palancas económicas», como la venta anticipada de derechos televisivos y la cesión parcial de activos comerciales, con el objetivo de generar ingresos inmediatos.
Sin embargo, la UEFA no reconoce todas estas operaciones como ingresos ordinarios o de explotación. Desde su perspectiva, ciertos movimientos financieros del Barça no reflejan una verdadera mejora estructural en sus cuentas, sino más bien maniobras para maquillar los resultados contables. En especial, cuestiona que la venta de derechos audiovisuales a largo plazo pueda computarse como ingreso de una sola temporada.
Estas discrepancias contables han intensificado las tensiones entre el club catalán y el organismo europeo, que ha puesto en marcha un proceso de revisión que podría derivar en una sanción disciplinaria a anunciarse en junio de 2025, según afirma The Times.
Comparativa con otros clubes: Chelsea y Aston Villa también señalados
En el mismo informe periodístico, se menciona que otros clubes como Chelsea y Aston Villa también habrían incumplido las normas financieras de la UEFA, aunque por primera vez, lo que suaviza considerablemente la gravedad de sus casos. A diferencia del Barça, las sanciones para los equipos ingleses serían únicamente económicas, ya que no presentan antecedentes previos.
Esta comparativa refuerza la idea de que la UEFA aplicará un criterio más riguroso con el Barça, al considerar su caso como reincidente. Además, el impacto mediático y deportivo de una sanción al club catalán podría servir como advertencia ejemplarizante para otros equipos europeos que buscan bordear los límites del Fair Play Financiero.
¿Está el Barça en peligro real de sanción deportiva?
El futuro inmediato del FC Barcelona en Europa podría verse condicionado no solo por su rendimiento en el terreno de juego, sino también por su capacidad para cumplir con las normativas financieras impuestas por la UEFA. La posibilidad de tener que competir con menos jugadores inscritos o incluso con puntos descontados en la fase de grupos de la Champions sería un golpe duro para una entidad que lucha por volver a lo más alto del fútbol continental.
A la espera del pronunciamiento oficial del organismo europeo, previsto para este mismo mes, en los despachos del Camp Nou se respira una mezcla de cautela y preocupación. Las decisiones que se tomen ahora marcarán el desarrollo del próximo curso, tanto en términos deportivos como en lo que respecta a la sostenibilidad del proyecto económico de Joan Laporta.
La pregunta clave es si el Barça sabrá adaptarse a un entorno donde la transparencia financiera ya no es opcional, sino una obligación exigida al más alto nivel.
