El inicio de temporada del FC Barcelona está dejando mensajes claros desde el banquillo. Hansi Flick, flamante técnico azulgrana, ha dejado fuera del once inicial a dos nombres importantes como Jules Koundé y Dani Olmo, algo que pocos esperaban tras el triplete conquistado el curso anterior. El alemán busca cortar cualquier signo de conformismo y deja claro que en el nuevo Barça nadie tiene la titularidad garantizada.
Hansi Flick sorprende con sus decisiones en el arranque de temporada
Flick sabe que el mayor reto de un equipo campeón no es alcanzar la gloria, sino mantenerse. En los primeros encuentros de Liga ha optado por decisiones que, para muchos, resultan sorprendentes: Eric García por delante de Koundé, el ingreso de Casadó en el centro del campo o el papel secundario de Dani Olmo.
El alemán insiste en que tras un triplete, la mayor amenaza es la inercia. “Después de ganar, cuesta más ganar”, recordó en rueda de prensa. Por eso, apuesta por mover las piezas y mantener a todos los futbolistas en constante tensión competitiva.
Koundé, por detrás de Eric García, la renovación no le garantiza minutos

El caso de Jules Koundé es especialmente llamativo. El central francés acaba de firmar su renovación, pero en las dos primeras jornadas de Liga ha visto cómo Eric García le ganaba la partida en el lateral derecho.
Koundé arrastra la sombra de la lesión muscular sufrida en la semifinal de Champions ante el Inter, que le apartó de los tramos decisivos de la campaña pasada. Durante ese tiempo, Eric aprovechó la oportunidad y respondió con actuaciones sólidas. Flick lo ha valorado y, de momento, mantiene al catalán como titular.
Una competencia que puede ser positiva
El técnico considera que Koundé todavía necesita ritmo tras las vacaciones y la lesión, mientras que Eric ofrece frescura y mayor intensidad. Esta competencia directa refuerza la idea de Flick: en el Barça nadie tiene asegurado su puesto por nombre o contrato.
Dani Olmo, relegado a un papel secundario, la exigencia de Flick con Olmo
Otro de los casos que han llamado la atención es el de Dani Olmo. El mediapunta, uno de los fichajes más ilusionantes de los últimos años, ha sido suplente en los dos primeros compromisos de Liga. Flick lo ha utilizado como revulsivo, pero no ha confiado en él de inicio.
El entrenador alemán ha mostrado cierta frustración por los problemas físicos recurrentes de Olmo. Su talento no se discute, pero Flick quiere que dé un paso adelante en regularidad. Contra el Levante, su entrada en la segunda parte cambió el rumbo del partido, demostrando que puede ser un arma diferencial cuando está al cien por ciento.
Un vestuario en constante movimiento, pruebas y alternativas en el mediocampo
El mediocampo del Barça es uno de los sectores donde Flick más ha experimentado. En la posición de mediapunta ya ha probado a Fermín, Raphinha, Dani Olmo y Dro, mientras que en la base del centro del campo De Jong y Pedri parecen tener un sitio fijo. La tercera plaza sigue siendo una incógnita y, en cada partido, Flick muestra variantes diferentes para mantener la competitividad.
Más allá de los nombres propios, el entrenador alemán busca enviar un mensaje claro: la meritocracia será la norma en el Barça. Quien rinda en los entrenamientos y en los partidos tendrá minutos, sin importar su historial, salario o cartel mediático.
Próximo reto: el Rayo Vallecano
El próximo compromiso azulgrana será ante el Rayo Vallecano, un rival siempre incómodo en Vallecas. Allí se espera que Flick siga moviendo fichas y que vuelva a sorprender con su once inicial. La gran duda estará en si Olmo recupera protagonismo o si Koundé logra superar a Eric García en la carrera por la titularidad.
La gestión de Flick está demostrando que el éxito pasado no garantiza privilegios en el presente. La suplencia de figuras como Koundé y Olmo no es un castigo, sino una advertencia: el técnico exige máxima intensidad y competitividad para que el FC Barcelona no pierda la ambición tras una temporada histórica.