El mediapunta malagueño afronta su tercera temporada en el Real Betis con liderazgo, plenitud física y mental, y un objetivo claro: seguir disfrutando del fútbol mientras su cuerpo lo permita.
Isco Alarcón vive un momento dorado en su carrera. A sus 33 años, el jugador andaluz ha dejado atrás los fantasmas del pasado y se ha reencontrado con su mejor versión en el Real Betis Balompié, club donde no solo ha recuperado el nivel que lo llevó a ser uno de los mediapuntas más talentosos del mundo, sino que también se ha convertido en capitán y referente del vestuario.
Isco Alarcón y su nueva era en el Betis: “Quiero ser yo quien decida cuándo me retiro del fútbol”

En una entrevista exclusiva con France Football, el internacional español ha hablado sin tapujos sobre su pasado, su presente y sus aspiraciones futuras en el fútbol. Isco no solo ha recordado sus orígenes humildes y la importancia de figuras como Manuel Pellegrini o Zinedine Zidane, sino que ha dejado clara su última meta como futbolista:
“Que sea yo quien se retire del fútbol y no el fútbol quien me retire a mí”.
Un regreso a lo grande: Isco vuelve con fuerza tras su lesión
Después de una grave lesión que lo apartó de los terrenos de juego durante varios meses, Isco regresó a la acción en diciembre de 2024, mostrando una versión aún más madura y determinante. En esta pretemporada en Almancil, Portugal, el malagueño ya se entrena con normalidad junto a figuras como Lo Celso, Cucho Hernández, Rodrigo Riquelme y Ricardo Rodríguez, y lidera el grupo como primer capitán del equipo.
“Estoy viviendo uno de los momentos más felices de mi carrera. Me siento querido por mis compañeros, el cuerpo técnico, la directiva y, sobre todo, por la afición verdiblanca”, aseguró.
Pellegrini, su guía y mentor
Isco no escatima elogios cuando se refiere al técnico chileno Manuel Pellegrini, a quien considera el entrenador más importante de su carrera. “Él me dio la primera gran oportunidad en el Málaga en 2011. Hoy, 13 años después, vuelve a confiar en mí, me da libertad, me aconseja y me exige. Sabe cómo sacar lo mejor de mí, y por eso decidí venir al Betis”.
Además, valoró el esquema táctico del equipo: “El sistema 4-2-3-1 es el que más favorece a los jugadores como yo, los número 10. Es una suerte jugar en un equipo que todavía cree en esta posición”.
El número 10: una figura en peligro de extinción
Isco lamenta la paulatina desaparición del clásico “10” en el fútbol moderno. “El fútbol de hoy es más físico y los mediapuntas cada vez tienen menos espacio. Pero cuando el sistema lo permite, somos los que marcamos el ritmo del partido. Somos el nexo entre el mediocampo y el ataque, los que deciden cuándo acelerar, frenar o filtrar un pase entre líneas”.
En este sentido, el jugador se declara admirador de futbolistas como Zidane, Ronaldinho, Iniesta o Xavi, ídolos que marcaron su estilo de juego desde que comenzó a dar sus primeros pasos con el balón en su barrio, en Arroyo de la Miel.
Zidane, el único que lo entendió en el Real Madrid
Durante su etapa en el Real Madrid, Isco vivió momentos brillantes y otros más difíciles. Pero si hay un técnico que supo potenciar sus cualidades, ese fue Zinedine Zidane. Bajo el mando del francés, el andaluz firmó su mejor temporada como madridista (2016-17), registrando 17 goles y 19 asistencias en 47 partidos.
“Zidane fue el único en Madrid que apostó por mí en mi posición natural. Me colocó como mediapunta detrás de Cristiano y Benzema. Me sentía libre, con espacios, y eso me hizo rendir al máximo”.
Solari, el punto de inflexión
En contraste, Isco reconoce que su peor etapa llegó con Santiago Solari al frente del Real Madrid. Una serie de desacuerdos, sumados a problemas físicos y personales, marcaron un declive en su rendimiento.
“Volvía del Mundial con una apendicitis, y no logré encontrar mi sitio. Solari prefería a otros jugadores. También estaba mal mentalmente. Fue una etapa difícil y asumo mi parte de responsabilidad. Yo mismo fui el principal culpable de no haber rendido como se esperaba”.
El arte de jugar al fútbol con instinto
Uno de los aspectos más fascinantes del juego de Isco es su capacidad para improvisar. “No preparo mis partidos. Analizo todo en tiempo real. Me muevo por sensaciones, busco espacios, trato de atraer al número 6 rival y liberar zonas para mis compañeros”.
También habló de sus regates favoritos, como la “croqueta” de Iniesta o la “ruleta” de Zidane, y destacó la importancia de pensar antes de recibir el balón: “En el fútbol moderno, si tardas un segundo en decidir, ya es tarde”.
El futuro de Isco: seguir disfrutando mientras el cuerpo lo permita
A sus 33 años, Isco no se plantea una fecha concreta para colgar las botas, pero sí tiene muy clara una cosa: quiere decidir él mismo cuándo se despide del fútbol.
“Después de una lesión tan dura, disfruto cada entrenamiento, cada partido. Estoy en un club que me respeta y con una afición que me hace sentir en casa. ¿Mi objetivo? Que sea yo quien diga adiós al fútbol y no al revés”.
El renacer de un mago del balón
Isco Alarcón está viviendo una segunda juventud en el Real Betis. Más maduro, centrado y con libertad para jugar donde más le gusta, se ha convertido en la brújula del equipo verdiblanco. Bajo el amparo de Pellegrini y arropado por su entorno, el malagueño quiere seguir deleitando a los amantes del buen fútbol y retirarse en sus propios términos, como lo hacen las leyendas.