El entrenador Javier Mascherano, al frente del Inter Miami, criticó sin medias tintas el sistema arbitral vigente en torneos como la Leagues Cup. Aseguró que “está mal” permitir que árbitros compartan nacionalidad con alguno de los clubes en liza, y exigió reformas si de verdad se pretende organizar competencias serias.
Mascherano estalla contra el arbitraje: “Está mal que dirijan árbitros de la misma nacionalidad de uno de los equipos”
En conferencia de prensa tras el empate ante Necaxa, Mascherano denunció:
“Nunca en mi carrera como jugador ni entrenador vi que un árbitro de la misma nacionalidad dirigiera a mi equipo o al rival. Esta es la primera vez y está mal… si quieren hacer una competición seria, tienen que cambiar.”
Añadió que incluso en torneos internacionales o Preolímpicos nunca ocurrió. Su molestia vino también por una expulsión no revisada en el VAR, que le costó la ventaja a su equipo.
¿Qué consecuencias tiene permitir arbitrajes de la misma nacionalidad?

1. Percepción de parcialidad y conflicto de interés
La cercanía cultural y lingüística con un árbitro podría generar sospechas sobre decisiones favorables o prejuicios inconscientes hacia equipos de su propio país o liga. Mascherano subraya que esto deteriora la credibilidad del torneo.
2. Riesgo legal y disciplinario
Si se demuestran patrones de favoritismo sistemático, organizaciones como FIFA o UEFA podrían intervenir. Aunque no existen normas explícitas sobre nacionalidad, la integridad es clave. Alteraciones éticas pueden llevar incluso a sanciones severas o exclusiones según el reglamento disciplinario sobre influencia ilícita.
3. Impacto en la competición y credibilidad institucional
Torneos de alto nivel deben evitar sospechas. Como ocurrió en el caso del Arsenal Tivat, la UEFA sancionó a clubes por manipulación de partidos. Aunque no se trata de árbitro, evidencia que cualquier irregularidad puede provocar multas, prohibiciones o inhabilitación.
4. Pérdida de confianza institucional del público y clubes
El público y los equipos esperan justicia. La percepción de una falta de imparcialidad puede erosionar la confianza de patrocinadores, audiencias y la legitimidad del certamen.
Tabla resumen impactos del arbitraje sesgado
Riesgo | Impacto |
---|---|
Conflicto de intereses | Se percibe parcialidad y trato preferencial |
Repercusión legal y disciplinaria | Riesgo de sanciones por pérdida de integridad deportiva |
Pérdida de credibilidad institucional | Audiencias, clubes y patrocinadores pierden confianza |
Afectación deportiva directa | Decisiones polémicas afectan resultados y clasificaciones |
¿Por qué lo menciona el VAR?
Mascherano también criticó que no se acudiera al VAR incluso en jugadas clave, como la expulsión de Maximiliano Falcón:
“Extraña que no haya ido al VAR… ¿Qué cuesta? 30 segundos o un minuto. Van por todo y no fueron por esta expulsión que cambió el partido.”
La combinación de nacionalidad compartida y la falta de revisión genera una sensación de injusticia acumulada.
¿Qué dicen otros casos similares?
- En competencias FIFA y UEFA no es habitual asignar árbitros del mismo país de algún club. La rotación internacional busca evitar sesgos.
- Figuras como Arturo Brizio comentaron que la formación arbitral debe ser profesional e imparcial, y que el VAR sirve precisamente para minimizar errores individuales.
- Casos como Néstor Pitana, Alireza Faghani o Aleksei Kulbakov demuestran que se asignan árbitros internacionales incluso para finales importantes, con estrictos criterios de neutralidad.
Javier Mascherano lanzó una crítica contundente: permitir que un árbitro comparta nacionalidad con uno de los clubes en un torneo internacional es un error grave. Según él, se atenta contra la integridad, la percepción de justicia y la seriedad de la competición. El VAR agrava la situación al no corregir una expulsión clave, alimentando la sospecha.
Aunque no existen normativas explícitas contra esta práctica, la reputación y legitimidad de una competición pueden verse afectadas. En un fútbol cada vez más global, el control de conflictos de interés es básico para preservar la imagen y fiabilidad institucional. Mascherano deja claro: si se pretende organizar torneos creíbles, hay que cambiar la normativa cuanto antes.