Polémica por el Balón de Oro: Ribéry le responde a Cristiano y reabre viejas heridas
La discusión sobre quién merece ganar el próximo Balón de Oro ha vuelto a tomar fuerza, alimentada por actuaciones sobresalientes en torneos recientes y, especialmente, por las palabras de Cristiano Ronaldo. En medio de un contexto tenso tras la victoria de España frente a Francia en semifinales, donde Lamine Yamal fue figura con apenas 16 años, el astro portugués ofreció unas declaraciones que no pasaron desapercibidas.
Ronaldo fue tajante al afirmar que, en su opinión, el Balón de Oro debería recaer en aquellos que ganan y destacan en la Champions League, aunque matizó que los premios individuales han perdido valor debido a factores “que ocurren entre bastidores”. Lo que quizás no esperaba era que sus palabras fueran a tener eco más allá de los medios y las redes sociales: Franck Ribéry, uno de los futbolistas más emblemáticos de la última década, no tardó en reaccionar.
La respuesta de Ribéry: ironía, memoria y un ajuste de cuentas pendiente

Con una frase corta pero contundente, Ribéry encendió las redes:
“¿Entonces necesitas ganar la Champions League para ganar el Balón de Oro?”.
Acompañado de un tono irónico, el francés recordó un episodio que aún guarda con cierto resentimiento: el resultado del Balón de Oro 2013, cuando quedó relegado al tercer lugar a pesar de haber ganado el triplete con el Bayern de Múnich, incluyendo una Champions League en la que fue decisivo.
Las palabras del exjugador galo no son simples opiniones al aire. En el pasado ya expresó su malestar con aquella decisión. En diversas entrevistas ha calificado aquella edición del premio como un «robo», alegando que, a pesar de su rendimiento y de haber ganado todos los títulos importantes de ese año, no tuvo el respaldo unánime de su país. Ribéry considera que, mientras en otras naciones como Portugal o Argentina los jugadores top son apoyados sin condiciones, en Francia no ocurrió lo mismo con él.

¿El Balón de Oro se gana en el campo o en los despachos?
Las palabras de Cristiano Ronaldo, al afirmar que los premios individuales «no tienen consenso» y que «ocurren cosas entre bastidores«, han vuelto a encender la sospecha sobre el criterio de entrega del Balón de Oro, un galardón que durante años ha sido foco de debate entre la objetividad estadística y las decisiones mediáticas.
En el caso de Ribéry, los números y los títulos parecían darle la razón. Su influencia en el Bayern campeón del triplete fue incuestionable. Sin embargo, la votación de ese año favoreció a Ronaldo, quien no conquistó ningún título importante con el Real Madrid durante ese periodo, pero sí acumuló una gran cifra de goles en lo individual.
Esta situación se asemeja a la actual coyuntura: Lamine Yamal, aún adolescente, ha sido el protagonista absoluto en un torneo de selecciones y podría llevar a España a coronarse. ¿Será suficiente para ganar el Balón de Oro? ¿O su falta de experiencia en la Champions pesará más que su irrupción en el fútbol mundial? La respuesta sigue abierta, pero la historia de Ribéry sugiere que lo deportivo a veces no es suficiente.
Lamine, Dembélé, Vitinha y el nuevo perfil de candidatos al Balón de Oro
Las declaraciones de Ronaldo también incluyeron nombres que podrían estar en la pelea por el prestigioso galardón: Dembélé, Vitinha y el propio Lamine Yamal. Todos ellos representan una generación emergente, con menos recorrido que los Messi, Ronaldo o Lewandowski, pero con actuaciones que, este año, han marcado la diferencia en competencias internacionales.
Sin embargo, Cristiano advierte que el Balón de Oro ha perdido su esencia por la politización y la falta de consenso entre los votantes. En esa misma línea, Ribéry pone el dedo en la llaga y revive una herida abierta, haciendo un llamado implícito a la coherencia en los criterios de selección. ¿Debe pesar más un título colectivo o la brillantez individual? ¿La Champions es el termómetro real del mejor jugador del mundo? ¿O se debería premiar al que destaca en cada rincón del campo, sin importar el contexto?
Un premio bajo la lupa, viejas cuentas y nuevos protagonistas
La batalla por el Balón de Oro 2025 aún no se ha librado, pero el ruido ya es ensordecedor. Mientras Cristiano Ronaldo cuestiona el valor del galardón y sugiere que los títulos europeos deberían tener más peso, Franck Ribéry levanta la voz en nombre de quienes alguna vez fueron ignorados a pesar de hacerlo todo bien sobre el terreno de juego.
El fútbol cambia, pero el debate sobre la justicia en los premios individuales permanece intacto. Lo que para unos es un símbolo de grandeza, para otros es un trofeo condicionado por la política y los intereses comerciales. Lo que está claro es que, una vez más, el Balón de Oro ha conseguido lo que mejor sabe hacer: dividir opiniones, reabrir heridas y mantener vivo el debate que nunca se apaga.